Quito: su imagen en la literatura desde los inicios republicanos hasta la década de los cincuenta.

El presente trabajo ha investigado en las diversas imágenes que la ciudad ha suscitado entre nuestros escritores, desde sus primeros textos hasta la década del cincuenta. Los textos seleccionados para esta investigación varían, tanto en los géneros narrativos, largos y breves, —se ha incluido dos...

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Detalles Bibliográficos
Autor Principal: Gavilanes Manosalvas, Miguel Roberto
Otros Autores: Ortega Caicedo, Alicia, dir.
Formato: Tesis de Maestría
Publicado: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador 2011
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/10644/2597
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Descripción
Sumario:El presente trabajo ha investigado en las diversas imágenes que la ciudad ha suscitado entre nuestros escritores, desde sus primeros textos hasta la década del cincuenta. Los textos seleccionados para esta investigación varían, tanto en los géneros narrativos, largos y breves, —se ha incluido dos obras de teatro: Receta para viajar y La leprosa— como en la escasa difusión de algunos de ellos. Los hermanan, además de la evidente presencia de la ciudad, el estricto orden cronológico, que facilitará la constatación evolutiva de la imagen citadina. El corpus seleccionado arranca, en un primer momento con La emancipada y Cumandá, que inauguran la narrativa nacional y que tienen como eje común, la dicotomía civilización-barbarie —cuyas variantes se manifestarán en todos los textos comentados— y que los inserta en la problemática instaurada por Sarmiento a mediados de siglo XIX. El siguiente grupo [La leprosa, Timoleón Coloma y Receta para viajar] se desliza entre la atracción y el rechazo que la ciudad ejerce sobre sus personajes. Pacho Villamar, A la costa y Entre dos tías y un tío es el siguiente bloque que estrena siglo e instala el incipiente realismo narrativo. Débora y En la ciudad he perdido una novela son textos de vanguardia en el que ya se perciben los conflictos urbanos actuales. Por último y cerrando este peregrinar por la ciudad, El Chulla Romero y Flores, en el que, tanto la ciudad como sus habitantes, reflejan las marcas identitarias de nuestro pueblo. El propósito inicial que impulsó este trabajo —el respeto y cariño por la ciudad en la que habito y pervivo— ha sido cumplido y ampliado, con el generoso aporte de los maestros de la Universidad Andina a quienes debo mi gratitud y reconocimiento.